Acudir a terapia como afrontar la realidad

Nacemos en una familia, con unos genes, una forma de hacer y relacionarnos. Crecemos en unas circunstancias con unas u otras expectativas, con más o menos tolerancia a la frustración y autoestima. Lo hacemos como podemos y bien sabemos y así seguimos hasta que los problemas se nos apoderan o llega una circunstancia que no sabemos superar.

4 Razones para Dar el Paso y Hacer Terapia

A veces la vida nos pide parar y mirar hacia dentro. Hacer terapia es ese espacio que te permite reconectar contigo, encontrar respuestas y avanzar con más claridad. Es un proceso pensado para ti, para que descubras nuevas herramientas y formas de sentirte mejor.

¿Te animas a dar el paso?
La terapia está aquí para acompañarte. Tú decides cuándo empezar. Estamos aquí para las personas, para ti.

Llámanos

Obsesiones

Sal del Bucle, Busca la Calma

 Las obsesiones nos sumergen en un ciclo de pensamientos repetitivos, donde la mente busca certezas que nunca llegan. Mientras más intentamos controlar o resolver, más lejos estamos de la serenidad. Este patrón nos atrapa en la duda constante y la rumiación, impidiéndonos soltar y confiar en el proceso natural de la vida. Sin embargo, es posible liberarse de este bucle y reencontrar la tranquilidad con el enfoque adecuado.

TRAUMA

Libérate del Peso del Pasado

A veces, la vida nos sacude con situaciones que superan todo lo que podemos manejar. Esos momentos de dolor, esas heridas emocionales, se quedan ancladas en lo más profundo. Y aunque el tiempo pase, el trauma sigue ahí, condicionando cómo ves el mundo, cómo actúas, cómo te enfrentas a cada nuevo desafío.
Es como si llevaras una mochila cargada de piedras, que influye en cada paso que das sin darte cuenta. Pero no tiene por qué ser así. Puedes aprender a soltar ese peso, a sanar esas heridas y a recuperar el control de tu vida. Porque sanar no es olvidar, es aprender a vivir sin que el pasado decida por ti.

Sintomatología ansioso-depresiva

Ni el Pasado es tan Triste, Ni el Futuro tan Peligroso

A veces, la vida se siente como un laberinto sin salida. La ansiedad y la tristeza se entrelazan, dejándonos atrapados en un estado de inquietud y desgana. Nos invade el miedo a un futuro incierto, el remordimiento por un pasado desaprovechado y la sensación de un peligro constante. Al mismo tiempo, una pesada carga emocional nos arrastra al agotamiento.
Este torbellino nos lleva a vivir entre la preocupación excesiva y la falta de energía, alejándonos de la posibilidad de disfrutar la vida en plenitud. Sin embargo, dentro de ti existe la capacidad de transformación. Paso a paso, puedes aprender a gestionar esos estados emocionales, recuperar tu energía vital y reconectar con la versión de ti mismo que siempre estuvo ahí, esperando ser redescubierta.

Problemas relacionales.

Con los demás, Siendo Tú

Déjame contarte una historia:
MANGO
Érase una vez un mango, un mango joven, hermoso, sabroso,
colorido…
Mango siempre se buscaba hacia fuera, en los ojos de los que le
miraban para determinar quien era y como no lo lograba, se
sentía perdido entre las frutas de la tienda sin saber donde
ponerse, sin saber qué hacer, sin saber cómo acertar, sin saber a
donde ir…
“¿Qué soy yo? Seré salado, seré dulce…? A dónde
pertenezco? Serviré para algo? ¿Alguien me querrá?
No soy nada”.


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